El Sistema
Solar es un sistema planetario en el que se encuentra la Tierra.
Comprende el conjunto constituido por el Sol y todos los cuerpos celestes que
están sobre su dominio gravitacional. Consiste en un grupo de objetos
astronómicos que giran en una órbita, por efectos de la gravedad, alrededor de
una única estrella, conocida como el Sol, de la cual obtiene su nombre. Dicha estrella central, mayor
componente del sistema (representa más del 99,85 % de la masa) genera
su energía mediante la fusión de hidrógeno en helio, dos de sus principales
constituyentes. Según la teoría más aceptada hoy en día, el sistema solar se
formó hace unos 4600 millones de años a partir del colapso de una nube
molecular que lo creó. El material residual originó un disco circumestelar protoplanetario
en el que ocurrieron los procesos físicos que llevaron a la formación de los
planetas. El Sistema solar se ubica en la actualidad en la Nube
Interestelar Local que se halla en la Burbuja Local del Brazo de Orión, de la
galaxia espiral Vía Láctea, a unos 28 000 años luz del centro de
esta.
De los
numerosos objetos que giran alrededor de la estrella, gran parte de la
masa restante se concentra en ocho planetas cuyas órbitas son prácticamente
circulares y transitan dentro de un disco casi llano llamado plano eclíptico.
Los cuatro más cercanos, considerablemente más pequeños Mercurio, Venus, Tierra
y Marte, también conocidos como los planetas terrestres, están compuestos
principalmente por roca y metal. Mientras que los planetas externos, gigantes
gaseosos nombrados también como "planetas jovianos", son
sustancialmente más masivos que los terrestres. Los dos más grandes, Júpiter y
Saturno, están compuestos principalmente de helio e hidrógeno; los gigantes
helados, como también se suele llamar a Urano y Neptuno, están formados
mayoritariamente por agua congelada, amoniaco y metano.
El Sistema
Solar es también el hogar de varias regiones compuestas por objetos pequeños.
El Cinturón de asteroides, ubicado entre Marte y Júpiter, es similar a los
planetas terrestres ya que está constituido principalmente por roca y metal, en
este se encuentra el planeta enano Ceres. Más allá de la órbita de Neptuno está
el Cinturón de Kuiper y el Disco disperso, dos zonas vinculadas de objetos
transneptúnicos formados por agua, amoníaco y metano principalmente. En este
lugar existen cuatro planetas enanos Haumea, Makemake, Eris y Plutón, el cual
hasta hace poco fue considerado el noveno miembro del sistema solar. Este tipo
de cuerpos celestes ubicados más allá de la órbita de Neptuno son también
llamados plutoides, los cuales junto a Ceres, poseen el suficiente tamaño para
que se hayan redondeado por efectos de su gravedad, pero que se diferencian
principalmente de los planetas porque no han vaciado su órbita de cuerpos
vecinos.
Integrantes
del Sistema Solar
El Sol
El Sol es
una estrella del tipo espectral G2 que se encuentra en el centro del Sistema
Solar y constituye la mayor fuente de radiación electromagnética de este
sistema planetario. La Tierra y otros cuerpos orbitan alrededor del Sol.
Planetas
Mercurio
Mercurio es el
planeta del Sistema Solar más próximo al Sol y el más pequeño. Forma parte de
los denominados planetas interiores o rocosos y carece de satélites. Se conocía
muy poco sobre su superficie hasta que fue enviada la sonda planetaria Mariner
10 y se hicieron observaciones con radares y radiotelescopios.
Antiguamente
se pensaba que Mercurio siempre presentaba la misma cara al Sol, situación
similar al caso de la Luna con la Tierra; es decir, que su periodo de rotación
era igual a su periodo de traslación, ambos de 88 días. Sin embargo, en 1965 se
mandaron impulsos de radar hacia Mercurio, con lo cual quedó definitivamente
demostrado que su periodo de rotación era de 58.7 días, lo cual es 2/3 de su
periodo de traslación. Esto no es coincidencia, y es una situación denominada
resonancia orbital.
Al ser un
planeta cuya órbita es inferior a la de la Tierra, Mercurio periódicamente pasa
delante del Sol, fenómeno que se denomina tránsito astronómico. Observaciones
de su órbita a través de muchos años demostraron que el perihelio gira 43"
de arco más por siglo de lo predicho por la mecánica clásica de Newton. Esta
discrepancia llevó a un astrónomo francés, Urbain Le Verrier, a pensar que
existía un planeta aún más cerca del Sol, al cual llamaron Vulcano, que
perturbaba la órbita de Mercurio. Ahora se sabe que Vulcano no existe; la
explicación correcta del comportamiento del perihelio de Mercurio se encuentra
en la Teoría General de la Relatividad.
Venus
Venus es el
segundo planeta del Sistema Solar en orden de distancia desde el Sol, y el
tercero en cuanto a tamaño, de menor a mayor. Recibe su nombre en honor a
Venus, la diosa romana del amor. Se trata de un planeta de tipo rocoso y
terrestre, llamado con frecuencia el planeta hermano de la Tierra, ya que ambos
son similares en cuanto a tamaño, masa y composición, aunque totalmente
diferentes en cuestiones térmicas y atmosféricas. La órbita de Venus es una
elipse con una excentricidad de menos del 1%, formando la órbita más circular
de todos los planetas; apenas supera la de Neptuno. Su presión atmosférica es
90 veces superior a la terrestre; es por tanto la mayor presión atmosférica de
todos los planetas rocosos. A pesar de no estar más cerca del Sol que Mercurio,
Venus posee la atmósfera más caliente, pues ésta atrapa mucho más calor del
Sol, debido a que está compuesta principalmente por gases de invernadero, como
el dióxido de carbono. Este planeta además posee el día más largo del sistema
solar: 243 días terrestres, y su movimiento es dextrógiro, es decir, gira en el
sentido de las manecillas del reloj, contrario al movimiento de los otros
planetas. Por ello, en un día venusiano el sol sale por
el Oeste y se oculta por el Este. Sus nubes, sin embargo, pueden dar la vuelta
al planeta en cuatro días. De hecho, hace muchos años, antes de estudiar el
planeta enviando a su superficie naves no tripuladas y estudiar su superficie
con radar, se pensaba que el período de rotación de Venus era de unos cuatro
días.
Tierra
La Tierra (de Terra,
nombre latino de Gea, deidad griega de la feminidad y la
fecundidad) es un planeta del Sistema Solar que gira alrededor de su estrella
en la tercera órbita más interna. Es el más denso y el quinto mayor de los ocho
planetas del Sistema Solar. También es el mayor de los cuatro terrestres.
La Tierra se
formó hace aproximadamente 4.500 millones de años y la vida surgió unos mil
millones de años después. Es el hogar de millones de especies, incluyendo los
seres humanos y actualmente el único cuerpo astronómico donde se conoce la
existencia de vida La atmósfera y otras condiciones abióticas han sido
alteradas significativamente por la biosfera del planeta, favoreciendo la
proliferación de organismos aerobios, así como la formación de una capa de
ozono que junto con el campo magnético terrestre bloquean la radiación solar
dañina, permitiendo así la vida en la Tierra. Las propiedades físicas de la
Tierra, la historia geológica y su órbita han permitido que la vida siga
existiendo. Se estima que el planeta seguirá siendo capaz de sustentar vida
durante otros 500 millones de años, ya que según las previsiones actuales,
pasado ese tiempo la creciente luminosidad del Sol terminará causando la
extinción de la biosfera. La superficie terrestre o corteza está dividida en
varias placas tectónicas que se deslizan sobre el magma durante periodos de
varios millones de años. La superficie está cubierta por continentes e islas,
estos poseen varios lagos, ríos y otras fuentes de agua, que junto con los
océanos de agua salada que representan cerca del 71% de la superficie
construyen la hidrosfera. No se conoce ningún otro planeta con este equilibrio
de agua líquida, que es indispensable para cualquier tipo de vida conocida. Los
polos de la Tierra están cubiertos en su mayoría de hielo sólido (inlandsis de
la Antártida) o de banquisas (casquete polar ártico). El interior del planeta
es geológicamente activo, con una gruesa capa de manto relativamente sólido, un
núcleo externo líquido que genera un campo magnético, y un núcleo de hierro
sólido interior aproximadamente del 88%.
Marte
Marte es el
cuarto planeta del Sistema Solar más cercano al Sol. Llamado así por el dios de
la guerra de la mitología romana Marte, recibe a veces el apodo de Planeta
rojo debido a la apariencia rojiza que le confiere el óxido de hierro
que domina su superficie. Tiene una atmósfera delgada formada por dióxido de
carbono, y dos satélites: Fobos y Deimos. Forma parte de los llamados planetas
telúricos (de naturaleza rocosa, como la Tierra) y es el planeta interior más
alejado del Sol. Es, en muchos aspectos, el más parecido a la Tierra.
Aunque en
apariencia podría parecer un planeta muerto, no lo es. Sus campos de dunas
siguen siendo mecidos por el viento marciano, sus casquetes polares cambian con
las estaciones e incluso parece que hay algunos pequeños flujos estacionales de
agua.
Júpiter
Júpiter es el
quinto planeta del Sistema Solar. Forma parte de los denominados planetas
exteriores o gaseosos. Recibe su nombre del dios romano Júpiter (Zeus en la
mitología griega).
Se trata del
planeta que ofrece un mayor brillo a lo largo del año dependiendo de su fase.
Es, además, después del Sol, el mayor cuerpo celeste del Sistema Solar, con una
masa casi dos veces y media la de los demás planetas juntos (con una masa 318
veces mayor que la de la Tierra y 3 veces mayor que la de Saturno).
Júpiter es
un cuerpo masivo gaseoso, formado principalmente por hidrógeno y helio, carente
de una superficie interior definida. Entre los detalles atmosféricos destacan
la Gran mancha roja, un enorme anticiclón situado en las latitudes
tropicales del hemisferio sur, la estructura de nubes en bandas oscuras y zonas
brillantes, y la dinámica atmosférica global determinada por intensos vientos
zonales alternantes en latitud y con velocidades de hasta 140 m/s (504 km/h).
Saturno
Saturno es el
sexto planeta del Sistema Solar, el segundo en tamaño y masa después
de Júpiter y el único con un sistema de anillos visible desde nuestro
planeta. Su nombre proviene del dios romano Saturno. Forma parte de los
denominados planetas exteriores o gaseosos. El aspecto más característico de
Saturno son sus brillantes anillos. Antes de la invención del telescopio,
Saturno era el más lejano de los planetas conocidos y, a simple vista, no
parecía luminoso ni interesante. El primero en observar los anillos fue Galileo
en 1610, pero la baja inclinación de los anillos y la baja resolución de su
telescopio le hicieron pensar en un principio que se trataba de grandes lunas.
Christiaan Huygens con mejores medios de observación pudo en 1659 observar con
claridad los anillos. James Clerk Maxwell en 1859 demostró matemáticamente que
los anillos no podían ser un único objeto sólido sino que debían ser la
agrupación de millones de partículas de menor tamaño. Las partículas que habitan
en los anillos de Saturno giran a una velocidad de 48 000 km/h, 15
veces más rápido que una bala.
Urano
Urano es el
séptimo planeta del Sistema Solar, el tercero en cuanto a mayor tamaño, de
mayor a menor, y el cuarto más masivo. Se llama en honor de la divinidad griega
del cielo Urano el padre de Cronos (Saturno) y el abuelo de Zeus
(Júpiter). Aunque es detectable a simple vista en el cielo nocturno, no fue
catalogado como planeta por los astrónomos de la antigüedad debido a su escasa
luminosidad y a la lentitud de su órbita. Sir William Herschel anunció su
descubrimiento el 13 de marzo de 1781, ampliando las fronteras conocidas del
Sistema Solar hasta entonces por primera vez en la historia moderna. Urano es
también el primer planeta descubierto por medio de un telescopio.
Urano es
similar en composición a Neptuno, y los dos tienen una composición diferente de
los otros dos gigantes gaseosos (Júpiter y Saturno). Por ello, los astrónomos a
veces los clasifican en una categoría diferente, los gigantes helados. La
atmósfera de Urano, aunque es similar a la de Júpiter y Saturno por estar
compuesta principalmente de hidrógeno y helio, contiene una proporción superior
tanto de «hielos» como de agua, amoníaco y metano, junto con trazas de
hidrocarburos. Posee la atmósfera planetaria más fría del Sistema Solar, con
una temperatura mínima de 49 K(-224 °C). Asimismo, tiene una estructura de
nubes muy compleja, acomodada por niveles, donde se cree que las nubes más
bajas están compuestas de agua y las más altas de metano. En contraste, el
interior de Urano se encuentra compuesto principalmente de hielo y roca.
Como los
otros planetas gigantes, Urano tiene un sistema de anillos, una magnetosfera, y
satélites numerosos. El sistema de Urano tiene una configuración única respecto
a los otros planetas puesto que su eje de rotación está muy inclinado, casi
hasta su plano de revolución alrededor del Sol. Por lo tanto, sus polos norte y
sur se encuentran en donde la mayoría de los otros planetas tienen el ecuador.
Vistos desde la Tierra, los anillos de Urano dan el aspecto de que rodean el
planeta como una diana, y que los satélites giran a su alrededor como las
agujas de un reloj, aunque en 2007 y 2008, los anillos aparecían de lado.
Neptuno
Neptuno es el
octavo planeta en distancia respecto al Sol y el más lejano del Sistema Solar.
Forma parte de los denominados planetas exteriores o gigantes gaseosos, y es el
primero que fue descubierto gracias a predicciones matemáticas. Su nombre fue
puesto en honor al dios romano del mar —Neptuno—, y es el cuarto planeta en
diámetro y el tercero más grande en masa. Su masa es diecisiete veces la de la
Tierra y ligeramente más masivo que su planeta «gemelo» Urano, que tiene quince
masas terrestres y no es tan denso. En promedio, Neptuno orbita el Sol a una
distancia de 30,1 ua. Su símbolo astronómico es ♆, una versión estilizada del tridente del dios Neptuno.
Tras el
descubrimiento de Urano, se observó que las órbitas de Urano, Saturno y Júpiter
no se comportaban tal como predecían las leyes de Kepler y de Newton. Adams y
Le Verrier, de forma independiente, calcularon la posición de un hipotético
planeta, Neptuno, que finalmente fue encontrado por Galle, el 23 de septiembre
de 1846, a menos de un grado de la posición calculada por Le Verrier. Más tarde
se advirtió que Galileo ya había observado Neptuno en 1611, pero lo había
confundido con una estrella.
Neptuno es
un planeta dinámico, con manchas que recuerdan las tempestades de Júpiter. La
más grande, la Gran Mancha Oscura, tenía un tamaño similar al de la Tierra,
pero en 1994 desapareció y se ha formado otra. Los vientos más fuertes de
cualquier planeta del Sistema Solar se encuentran en Neptuno.